Y la culpa hace que me de golpes
de pecho, he ahí el primer acto de violencia, cuando se desobedece la
consciencia no es consuelo sino un asesino en celos, ahora la violencia ha de vivir
en mí, es inevitable, casi como sonreír porque si, o mirar por no callar, me destruí
por dentro al conocer la verdad de mi actos y tomar dicciones que me han pesado
tanto, como la de aceptar que el fruto prohibido me ha condenado y lo peor es
que nunca supe a qué sabia , ni su olor quedo en mis recuerdos mientras moría.
20 de enero de 2017
11 de enero de 2017
Él
Querido yo, Detesto no poder contener mi soledad, necesito
ser libre, volar entre mis sueños y mi absurda realidad, en ocasiones pienso
que he sentido todo lo que alguna vez sentiré, que solo he sentido versiones
pálidas de lo que ya he sentido, y pierdo el sentido total de mi propio
sentido. Estoy loco, lo sé.
No logro contener un corazón enamorado, si este no quiere
estar suprimido, cierro mis ojos y me pregunto ¿Qué hacen las personas normales
cuando están triste? Acuden a sus familiares, amigos, pareja, pero ¿Qué puede
hacer una persona como yo en ese caso? ¿Quién puede secar mis lágrimas? ¿A quién
acudo cuando me sienta triste? ¿Cómo sé si realmente estoy triste? ¿Y si es
otro sentimiento pálido sin valor alguno? ¿Qué certeza tengo que despertaré con
una sonrisa mañana?
4 de enero de 2017
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