Hemos nacido y de repente
crecemos como plantas que con un poco de agua y unos rayos de luz alzan sus
alas hasta el cielo y riegan frutos que disfrutan los demás, sus grandes hojas
ocasionan una sombra rica en vientos, pero la tierra en la que esta planta debe
estar tiene que ser tierra buena, que se deje enterrar las raíces para que
estas puedan sostener, el gran tronco de una planta que se convierte en una
fuerte fuente de necesidades convertidas en beneficios.
Nuestras raíces pueden tomar una dirección
diferente y nuestra cordura se ira detrás, pero ¿quién puede ocasionar que
alguien normal como tú o como yo cambie su caminar? La locura que atrae y
despierta pasión desenfrenada, cuando ves sus ojos depravados y su mente malévola,
descubrirás que tu camino siempre había estado torcido.
Cuando tratas de curar a los demás
de su mal, pero tropiezas con alguien que te hace sentir especial, incluso
hasta te cuestionas de quien en realidad está mal. Hay que tener en cuenta que
todo árbol por muy torcido que esté, buena sombra y hasta buen fruto puede dar.
Alejandro Alvarez Julio
Imagen tomada de Internet.
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