17 de septiembre de 2014

No hay nubes, no hay amor.


Lo hice una vez y el nervio me consumía, la miraba a ella desde lejos y no sabía cómo reaccionaria ante mi gran debut de declaración oficial, algo tenia, si, algo porque no era chico de andar declarando mis sentimientos de buenas a primeras, ella conocía lo duro que era para mí hablarle.

Además que no era quien soy hoy día, para nada. No hay rastro de lo que era en ese entonces, un chico muy tímido, callado, ausente, nervioso, casi invisible a la vista de Raymundo y todo el mundo. La primera vez no me fue muy bien, me rechazaron, vaya que debut en el mundo del amor y esas cosas que ya hoy en día me parecen ridículas.

Pero resulta y pasa que ha pasado una segunda vez, pero en este caso, no fue a una persona común y corriente fue a alguien que de manera extraña supo llegar a mi vida, y aunque al principio no me interesaba tanto pude notar con el tiempo que había esquivado a medio mundo pero a esta persona no podía esquivarla.

Pero esta segunda vez, no fue como esperaba pues algo me decía que no le dijera lo que estaba sintiendo por esta persona, pero lo dije, le dije que me gustaba pero caí en cuenta después que en realidad eso no bastaba, y aunque quizás, pueda que quizás también le guste no podríamos tener nada, y la cuestión es muy fácil…no tengo nada que ofrecerle, nada, a la hora de la verdad no tengo herramientas para seguir demostrándole que realmente me gusta.

Así que, solo terminare esta entrada confirmado lo que realmente pienso y es que el interés puede que crezca hacia una persona pero puede también que se pierda, y si se pierde pues comprenderé, comprenderé que no soy la persona que esta persona merece. 


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ALEJANDRO ALVAREZ.



9 de septiembre de 2014

¡CORRE QUE TE LLEVA EL COCO!



Cada vez que sales de tu casa pasa lo mismo y siempre te da le mismo dolor de cabeza al escuchar lo que llamamos cantaleta y es que sinceramente si es que es molesto que le estén repitiendo a uno siempre lo mismo todos los días por la eternidad.

No es por nada malo, claro está. Pero que vaina tan maluca que le estén tirando el mal encima, y frases como  “cuidado con ese celular” “deja de estar poniéndote esos zapatos” deja de estar llegando tarde” “no te estés metiendo por esa calle” lo peor es que no tenemos otra calle por donde cruzar ¿y entonces? ¿Compramos unas alas súper poderosas y un traje al estilo iro man para no ser victimas por las mala acciones de ciertos individuos?

No podemos pretender vivir escondidos por miedo a las malas acciones de ciertos individuos. En cierta parte todos somos colaboradores de sus fechorías al callar y someternos a sus atropellos así que no se puede  vivir con miedo ni se puede relacionar de la manera tan dramática que la hacen.

El miedo es una cosa y cuidarse o prevenir es otra muy diferente. Debemos ser cuidadosos y saber por dónde andamos pero de ahí a que debemos vivir con el miedo a un ataque nuclear pues la verdad como que tampoco. Considero que el ser humano por naturaleza se protege así mismo ante cualquier ataque y tiene un red de seguridad que le indica por donde debe andar y por donde no.  Ya no ser tan confiado y eso nadie se lo debe decir a uno.

Al salir a la calle sabemos que debemos estar alertas pero eso no quiere decir que no debemos salir nunca y que cuando salgamos debemos salir escoltados o con súperman al lado.

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Alejandro Alvarez