25 de enero de 2014

Hasta el próximo favor



¡Te necesito! He escuchado esa frase indirectamente y sobre todo cuando esas personas que no te dan ni la hora te lo dicen solo cuando están en apuros, como aquella vez que esa amiga que no sabía que era su amigo (sonrisa falsa) me escribe para pedirme una recarga, nunca lo olvidaré sobre todo porque es típico de las mujeres en su mayoría. También recuerdo aquella vez que me encuentro con un viejo amigo que nunca se preocupo por devolverme una llamada o responderme aquel mensaje que le mande pero como necesitaba un favor y no había nadie más a la vista entonces suena mi celular y ¡BINGO¡ es él, necesitando que le haga un favor. Lo más reciente aquella que ni me hablaba en las reuniones y de repente me abraza y claro…necesitaba que le hiciera un favor o esa típica tía que ni deja que entre a su casa y de repente me  invita hasta a un vaso con jugo y claro…necesitaba que le hiciera un favor.
Alguno de los casos no son del todo cierto pero estoy más que seguro que a usted le tuvo que pasar algún caso similar y sinceramente es lo más harto e hipócrita que nos puede pasar con ciertas personas que solo existimos para ellos cuando nadie más que uno le puede hacer ese favor que tanto necesitan y uno tan buen samaritano actúa de los más natural y le colaboramos y a veces pasa porque tenemos tan buen corazón que las frases “no puedo, no tengo tiempo, o simplemente no quiero hacerte el favor” no existen en nuestro lenguaje y esas personas deberían aprender de uno pero NO, no lo hacen lo más importante para ellos es solucionar su pequeña necesidad y después que le hagamos dichos favores … si, exacto no volverán a dirigirnos la palabra hasta el próximo favor que necesiten.

9 de enero de 2014

Cuarto día sin Android



Cuarto día sin android, es algo aburridor no encuentras que hacer. Pero tuve esperanzas cuando lo lleve al hospital de celulares y me dicen que es el software, escucho a mi padre decir enseguida – por andar descargándo cosas a ese aparato-me dio mucha risa, pero bueno estar incomunicado es algo terrible no se imaginan cuanto, de lo peor y para rematar ando sin reloj, desubicado en este mundo por completo, les contare.
Día uno, el peor de todos, sentí que moría, de verdad todo el día lamentando la “perdida”  y cuando llego la noche me sentí apagado no estoy  acostumbrado a dormir  a las nueve, por lo tanto di vueltas y vueltas en la cama como loco, decidí levantarme de la cama y arrodillarme a orar y ore como nunca.se me quito el estrés que tenia por pensar tanto en el bendito celular.
Día dos, las cosas para nada mejoraban y me sentía fuera del mundo, mundo virtual al que estaba pegado, así que pude hacer otras cosas como tender mi cama, barrer mi cuarto y ver tele entre otras cosas caseras. La espera por entrar a clases se sumaba a mi repentina desesperación por hacer algo durante el día.
Día tercero, el cielo se hizo gris y empezó a llover  así que grite dentro de mi-NO! Créanme estar encerrado en una habitación donde a duras penas caben tus pies Y sin electricidad es un caos y más para mí, me sentí asfixiado así que empaque y me fui de ahí a donde pudiera ser libre al menos por unas horas.
Pero llego el cuarto día, y lleve mi android a un técnico y me dio esperanza de tenerlo otra vez conmigo. Me preguntaron ¿se puede vivir sin celular? Yo conteste, si, si se puede pero son necesarios. Y saben algo, cada vez más necesarios cuando más lo usas, se crea una relación  maquina hombre, por lo tanto si usas la tecnología muy seguido cuando no la tengas te hará falta y no soportarás cuatro días sin ella.

4 de enero de 2014

¿Quién quiero ser?



Nacer, crecer, reproducirse y morir. Así de sencilla es la vida, ¿no les parece? Pues a mí tampoco me parece, debemos hacer algo más, la cuestión está en…qué será? Ganarse la lotería para poder morir dignamente en un cajón de oro?  Patrañas. Yo tengo mejores planes, viajar, comer, reír, soñar…ahora que digo soñar, creo que eso no tanto. Soñar no está permitido para nadie, simplemente tu vida no es tu vida, le perteneces a tus padres, hermanos, abuelos, amigos, jefe, vecinos, y si eres creyente a tu pastor, ministro o cura.
¿Pero cómo es eso posible? Sencillo, presta  atención a todo esto, tú tienes sueños, metas, ilusiones, pero en la realidad no podrás cumplir tus metas ni realizar tus sueños, te va a tocar conformarte con lo que te dan y serás infeliz toda tu vida, meditando sobre tus penas y desgracias y todo por no vivir tu vida y tomar tus decisiones, estudiaras lo que te toca y el mercado demande y no lo que realmente quieres, yo personalmente deseo ser maestro de algún instituto educativo pero las oportunidades no se me han dado para estudiar alguna licenciatura que es lo que realmente quiero y poder dar clases y que me digan “profesor” o “maestro” pero por lo menos estoy estudiando sistemas y sistemas es lo que quiero enseñar.
Pero no hablemos de mi, hablemos de ti, que te tocará menguar tus sueños y todo por no ir en contra de la sociedad que espera mucho de ti, ocultar tu verdadera esencia y gustos solo porque no será bien visto en los demás y serás una especie de tortuga que tiene miedo a mirar por fuera de su caparazón. Vivimos con miedo al no encajar en la sociedad, con miedo a no agradar a Dios, con miedo a desilusionar al resto del mundo con nuestros actos y decisiones  pero entonces solo te toca hacer una cosa…ser quién debes y no quién quieres ser.


Alejandro alvarez

1 de enero de 2014

Nueva Temporada


Se terminó otro año y empezó uno nuevo. Un año que nos llena de aspiraciones y sueños ¿Qué harás en este nuevo año? Cumplirás las metas que dejaste en mitad de camino, correrás por el valle de sobra de muerte confiado en que Dios pondrá su mano poderosa y te guardara en esta nueva aventura, iras con todas y todo a luchar por lo que quieres y que con intentos fallidos aun no has podido alcanzar? El año que pasó no lograste culminar con ciertos propósitos, te llenaste de impotencia al no verlos realizados, que tristeza, que agonía, que desespero tan maluco, luchar todo un año para al final, fracasar?
Si, fracasar! Esa palabra a mí personalmente me golpeo, fui difícil, las cosas no me salieron como las planee, pero me di cuenta que no era como yo las había planeado sino como Dios las propuso, en Dios no hay fracasos, hay lecciones, nuestra tarea es descubrir en medio de la duda, cual era esa lección. Meditar en cual fue el propósito de Dios para conmigo en este año que llego a su fin.
Empieza un nuevo año así que no te compliques, no dejes que el pasado te perjudique, ha llegado el momento de una nueva etapa en nuestras vidas, una nueva temporada, llena esta nueva temporada con nuevos comienzos, actúa, de manera diferente y veras cambios diferentes, y recuerda que todo lo que viviste en el año que se fue obro para bien. si algunas cosas no se cumplieron es porque Dios sabía que no te convenían o que no estabas preparado aún.

Nueva temporada tienes para reescribir tu futuro, cumplir tus metas, sueño y anhelos pero presentándoselos primeramente  a Dios.


Alejo